blog de Franc8112

A mis 15 años era parte de una pequeña compañía de teatro. Para ese momento solo yo (Francisco) y otro chico Roberto, éramos los únicos hombres del grupo. El lugar de ensayos tenía una amplia sala de espejos para que las chicas se cambiaran, y a los varones nos quedaba una pequeña aula alfombrada en un segundo piso como vestuario. Roberto y yo nos hicimos buenos amigos. A veces los ensayos eran extenuantes, y eso llevo a una tarde que siempre recordare. Nunca habia prisa para irnos y esa tarde no fue la excepción. Era un día caluroso y sudamos mucho durante el ensayo, por lo que al irnos a cambiar quedamos en camiseta de tirantes y unos ajustados calzoncillos cada uno. Nos sentamos en el piso hablando tonterías, hasta que instintivamente ambos empezamos a miramos, comparando brazos y piernas. Éramos 2 adolescentes delgados, un poco marcados, pero sin mucho volumen. De repente llego la declaración que nos cambió la amistad. Roberto me miro y dijo: -De seguro soy más fuerte que tú. Sin dar respuesta solo empecé a flexionar mis bíceps y el tambien. Hagamos un pulso de brazos -dije sin dudar-. Nos colocamos en el piso y empezó el forcejeo, muy parejo, pero finalmente Roberto logró doblar mi brazo hasta el piso. -Te lo dije perra -murmuró- soy más fuerte. Mi respuesta fue contundente: -Eso no prueba nada, los hombres deciden quien manda cuando se enfrentan cuerpo a cuerpo. Como un resorte Roberto se puso de pie, lo seguí de inmediato. Nos miramos desafiantes rodeados del calor de la habitación. La tensión, el calor y el deseo nos hacía sudar. -Hagamos esto bien -propuso Roberto- mientras se quitaba su camiseta de tirantes, quedando solamente en su calzoncillo rojo mostrando unos muslos gruesos. Lo imité de inmediato, quedando en calzoncillos negros, y pude jactarme del grosor superior de mis piernas. Entonces todo inicio. Mano a mano comenzamos el forcejeo intentando empujarnos de un lado a otro sin que ninguno lograra mayor superioridad. Agitados, rostros enrojecidos, ojos que mostraban el deseo de dominación. Ninguno cedía espacio. -Ahora si voy en serio perra -dije-, y en un rápido movimiento lo tomé en una llave de cabeza hasta derribarlo al piso. Uso mi propio peso para rodarme. me puso debajo de él mientras yo aún sostenía su cabeza, y en otro giro logre ponerlo nuevamente bajo mío. Nuestras piernas se enredaron en un ir y venir sobre la alfombra buscado someternos. En un descuido de Roberto logre soltar mis piernas, apretar más el candado en su cabeza con mi peso sobre él, y note mi pezón muy cerca de su cara: -"chupa teta perra" le grite. Roberto se movía en intentos frustrados intentando salirse, pero mi cuerpo estaba sometiendo al suyo. Antes que se rindiera note algo... mis calzoncillos mostraban un bulto prominente que lo estiraba, y me percate cuan excitado estaba de rodar cuerpo a cuerpo con otro hombre. Por un momento perdí la noción del combate y mi mente se debatía entre el placer y la vergüenza. Mis pensamientos fueron interrumpidos por un palmoteo en la espalda y la voz de Roberto que decía "me rindo" De inmediato lo solté y rodé hacia un lado procurando ocultar mi erección avergonzado, hasta que miré a Roberto tirado boca arriba en la alfombra, con su tanga roja estirada como una carpa de circo tambien. Me miró con un semblante de picardía, y miedo quiza, antes de preguntar: -Te molesta? Eso acabo con mi temor. Con una sonrisa me moví y dejé mi carpa negra surgir frente a Roberto. -Vaya -se dejó decir-, parece que la pasaremos aún mejor hoy. -No hay duda respondí, pero quedo claro quién manda. Roberto me miro mientras se ponía de pie. -Esto aún no ha terminado.

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Last edited on 11/12/2025 10:22 PM by Franc8112; 8 comment(s)
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Algo que disfruto enormemente al luchar, es medir fuerzas de piernas, estar enredados ambos por las piernas al forcejear en el piso, o usar las tijeras para someterse

Como te gustaría midieramos la potencia de nuestras piernas?

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Last edited on 3/17/2025 8:33 PM by Franc8112; 2 comment(s)
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